Había nacido en Dorne, pero su madre se
marchó de allí tras quedar viuda. La había tenido siendo muy joven, con
dieciséis años. Rashara no recordaba a su padre ni tampoco sabía lo que era un
verdadero hogar hasta hacía poco. Su madre estuvo dando tumbos por varios
lugares de Poniente, unos años aquí y otros allá. Hacía unos seis meses que se
habían establecido en Los Dedos. No era el mejor sitio en el que había vivido,
pero se sentía a gusto allí. Era un señorío insignificante y, precisamente por
eso, lo consideraba perfecto para vivir. Pasaba desapercibida en cierto modo y
sólo los señores del lugar la miraban por encima del hombro.
Trabajar
en los establos fue decisión suya. Su madre quería que aprendiera a coser,
bordar y a hacer todas esas cosas que las mujeres debían saber, pero a ella no
le gustaba nada de eso. Estaba acostumbrada a hacer cualquier tipo de trabajo
masculino y prefería montar a caballo, ayudar al herrero… No cambiaría el
limpiar una cuadra por sentarse a coser un ajuar para una dama importante. Sin
embargo, lamentaba no saber leer ni escribir. Su origen incierto y la vida
nómada no le ofrecieron las mejores condiciones para recibir una mínima
educación. Sólo era capaz de poner su nombre y leerlo. Eso la hizo ser un tanto
desconfiada, veía su incultura como una debilidad, pero no tenía manera de
remediarlo. ¿Quién le iba a enseñar? No era más que una muchacha errante y sin
padre, una sirvienta más. Nadie de su condición social sabía leer y tampoco les
importaba. Eran conocimientos poco útiles para la vida que llevaban y los
trabajos que desempeñaban. Pero Rashara aspiraba a más. Tenía dieciocho años y
no pensaba seguir siendo un perrillo que siguiera a su madre en su continuo ir
y venir. Las habilidades adquiridas a lo largo de su existencia la hacían capaz
de ser independiente, ganarse la vida, aunque no eran las esperadas en una
muchacha. Dos años antes se había escapado de su casa en Altojardín, pero la
aventura duró poco cuando vio que nadie le daba trabajo en actividades para los
que ella estaba muy cualificada sólo por el hecho de ser mujer. Regresó
frustrada y, encima, tuvo que aguantar la reprimenda de Ryene, su madre.
Durante unos meses intentó aprender a coser y bordar sin éxito, por lo que
tanto ella como Ryene se dieron por vencidas. Cuando llegaron a Los Dedos no
tuvo problema en trabajar en los establos porque hacía falta mano de obra joven
y dispuesta a la que no hubiera que enseñar el oficio. Rashara no tenía miedo
al trabajo duro y fue muy apreciada desde el primer día. Vestida con ropas de
chico, evitaba que los mozos se fijaran en ella, aunque de noche fantaseaba con
bonitos vestidos y lucir una larga melena. De pequeña había tenido el pelo
largo, casi por la cintura, pero una plaga de piojos en unas caballerizas
cuando tenía siete años la obligó a cortárselo casi al cero por orden del señor
del lugar. Los piojos no los habían traído los sirvientes, sino unos pájaros
exóticos procedentes de un lugar más allá del Mar Angosto, pero todos pasaron
por la cuchilla del barbero. Rashara lloró mucho al verse sin pelo, aunque
terminó acostumbrándose y ya nunca más se dejó crecer la melena. Aun así,
deseaba que llegara el día en el que pudiera tenerlo largo y trenzarlo
primorosamente. Conservaba un mechón largo y oscuro que su madre recogió del
suelo con disimulo mientras el barbero le rasuraba la cabeza. Ahora colgaba de
su cuello, dentro de una pequeña bolsita de cuero. Llevaba tanto tiempo
haciendo cosas de chicos que a veces se olvidaba de que no era uno de ellos.
Ese mechón y el hecho de tener su sangre de la luna cada mes eran las únicas
cosas que se lo recordaban. Evitaba tener contacto con hombres, ninguno
respondía a sus expectativas, pero en el fondo echaba de menos que los
muchachos de su edad la miraran como lo que era: una mujer inteligente y no un
cuerpo con el que retozar.
Interesting character Rashara, I'm starting to like her and I want to know more.
ResponderEliminarI love the fact that she wants to be free and wants to be 'another person' but she still accepts herself.
Well, dear Athena, I'll wait for the Chapter 3. Even if it will be hard going on ;)
Dora.
Thanks for your comment. You like Rashara! That's very important to me, because is a character created by me :3
ResponderEliminarYou'll have a new chapter everyday, so you don't have to wait a lot :)
Yes! I like her and I can't wait for knowing more about her! :)
Eliminarit's a good character, really!
Oh, well, when the story is well written it's hard even to wait one day :)
Dora.
Athena eres increible...muack
ResponderEliminar¡Gracias! Espero que te guste :)
EliminarPues a mí también me gusta mucho este personaje. Me encanta cuando leo una historia de la época antigua y veo que había mujeres que luchaban por hacer lo que ellas querían, no lo que los hombres les obligaran. Parece que Rashara también es así y en cierta forma me siento un poco identificada con ella :)
ResponderEliminarY por lo que veo no era un nombre Targaryen, sino dorniense xD Muy buen capítulo, espero con ganas el siguiente ^^
Estos personajes femeninos son muy agradecidos, a las chicas nos suelen gustar, jejeje.
EliminarLo del nombre me hizo gracia. Cuando leí que os parecía Targaryen, pensé en Rhaella, Rhaenyra, Rhaegar... La combinación R y H en definitiva, pero aquí se combinan de otra manera ;)
Estoy muy interesada en la historia, el personaje de Rashara me encanta, es el tipo de mujer fuerte y decidida que marca el paso en la trama, espero saber más de ella y sobre todo como va a interactuar con Petyrl. Besotes y gracias.
ResponderEliminarMe alegro de que te guste el personaje. Gracias por comentar :)
EliminarSe sale! A ver si me deja subir el comentario.
ResponderEliminarCristina
¡Bien, ya puedes comentar! :)
EliminarQue gusto leer un ff tan bien escrito y tan lleno de detalles que transportan...
ResponderEliminarGracias por compartir tu talento.
Xim A Cuerda