Había sido rechazada por Petyr, pero lo
peor era que ella se había lanzado a besarlo. Se sintió
extraña, como sucia por haber tomado la iniciativa, algo impropio de una mujer
que se preciara a su parecer. Siempre criticó a las chicas que hacían esas
cosas y ella había caído… ¡Y con el hijo de Lord Baelish nada menos! Al entrar
en la fortaleza, se encontró con Arty, que intentó detenerla. «¿Qué te pasa?
¿Tu querido señor te ha reñido porque su yegua le ha mordido el trasero?»
Rashara no estaba de humor, y tenía tanta rabia por dentro que le dio a Arty un
guantazo sin pensar en las consecuencias. «¡Eres un imbécil! ¡No me toques o te
mato!» Se deshizo del muchacho que le gritaba: «¡Te arrepentirás de esto y esta
vez no te valdrá ir con cuentos al hijo de Lord Baelish!»
Entró en su casa como
un torbellino, tirando los pocos muebles que allí había. Su madre salió de la
habitación que servía de dormitorio. «¿Pero qué es este jaleo? ¡Rashara, vas a
destrozarlo todo!» Ella no oía, sólo daba golpes a cada cosa que encontraba a
su paso. Tomó uno de los recipientes de cerámica con los que Ryene cocinaba e
hizo el ademán de arrojarlo al suelo. De pronto paró. El espectáculo que estaba
ofreciendo era ridículo. Su madre la miraba con temor. «Hija, cálmate, cuéntame
qué te pasa.» Le quitó el objeto de la mano con cuidado y la ayudó a sentarse
en una de las pocas sillas que aún estaba en pie. «¡Soy una tonta, madre, una
tonta! ¡No te hice caso y ahora me he convertido en una cualquiera!» Ryene se
sentó frente a ella. «Rashara, todo en esta vida tiene remedio, seguro que
estás exagerando. A ver qué es lo que has hecho y que tanto te preocupa.» No sabía por dónde empezar. «¿Recuerdas que
te dije que había un chico? Te mentí… A medias. Lo había, pero no era el de las
cuadras.» La mujer sonrió con tristeza. «No sigas, Rashara, creo que te
entiendo. Te dije que no te tomaras confianzas con el hijo del amo.» ¿Cómo sabía
su madre que estaba refiriéndose a Petyr? Ryene continuó hablando. «Es una
historia tan vieja como el hombre… Y veo que siempre se repite. Los seres
humanos nunca aprendemos.» Le acarició la cara húmeda de lágrimas. «Hija mía,
tú eres fruto de una historia parecida.» Rashara no entendía a su madre. «En
Dorne me enamoré de un gran señor y él de mí. Éramos muy jóvenes, demasiado… Así
fuiste concebida. Tu apellido debería ser Arena… ¿También crees que yo soy una cualquiera por eso?» ¿Era una bastarda? ¡No lo
podía creer! «¡Por supuesto que no! ¿Quién fue ese canalla? ¡Odio a todos los señores, los odio por
lo que nos hacen a las mujeres!» Ryene la calmó. «No es como tú piensas. Yo era
consciente de que lo nuestro era imposible, pero no quise renunciar a ti. Por
eso me marché de Dorne sin decirle a él que estaba embarazada. De haberlo
sabido, nos hubieran separado y no estaba dispuesta a ello. Sé que él se casó
después con otra joven de su posición y que es muy feliz con ella. Pero no me
arrepiento de lo que hice.» Rashara estaba anonadada. Todo ese continuo
movimiento por los Siete Reinos era posiblemente una especie de huida. Por eso
nunca volvieron a Dorne. «Pero madre, mi historia no es como la tuya. Él no me
quiere, pero yo a él creo que sí. Él está enamorado de un imposible, de una
muchacha prometida con otro y aun así no puede olvidarla.» Negó con la cabeza. «¿En qué estaba pensando cuando lo besé? ¡He sido una ilusa! No soy comparable
a Lady Catelyn Tully… Sólo soy un mozo de cuadras que apenas sabe leer y
escribir su nombre.» Se levantó con decisión mientras que Ryene la miraba con
tristeza. “No hagas nada precipitado, hija. ¿Acaso Petyr te ha
seducido, te ha engañado?» «No… Lo cierto es que no, pero yo… me he dejado
llevar y me he equivocado. He hecho el ridículo. ¿Qué va a pensar de mí?» Se
quedó callada, reflexionando. Vivir en Los Dedos iba a ser insoportable, con
Arty acosándola y con Petyr tratándola sólo como una amiga, aunque después del
beso no sabía si querría volver a verla. No se creía capaz de soportar una vida
así.
Madre mía, aquí ha habido revelaciones de todo tipo. Me ha encantado, está genial. Aunque Rashara va a tener muchos problemas con el Arty de las narices y con Petyr que sólo la ve como una amiga o puede que ni ese. Ahora tengo mucha curiosidad de saber quien es el padre de Rashara, ¿Doran? XD
ResponderEliminarMe ha encantado, sigue así
Julia Stark
La verdad es que tiene mala solución la cosa...
EliminarEn cuanto a lo del padre, voy a ser un poco Martin con eso, jajaja.
Bueno, por lo que comentas, creo que vas a dejar lo del padre de Rashara en el aire xDDD Un señor dorniano... jum.
ResponderEliminarPobre muchacha, me da mucha pena el ambiente en el que vive ahora mismo :(
Julia no va desencaminada, jajaja, las pistas están ahí ;)
EliminarRashara lo tiene difícil, sí.
Wonderful chapter. A perfect continue for what could have happened after the kiss, I loved Rashara's point of view. And her mother's connfession! Very nice moment, really.
ResponderEliminarNow we have to see Petyr's point of view, sure his feelings will be more chaotic. But there we can see if he really cares about Rashara and in which way! oh, can't wait!
And when Rashara compares herself to Catelyn and she think she is so stupid to have thought like that, that Petyr could have liked her...oh my...so perfect! Thankyou for this. :)
Dora
Thanks! I'm rewriting some parts in the chapters and I'm seeing the final result is better ;) This chapter wasn't that way at first. I changed some things... And I was right!
EliminarThanks for reading and for your comment, as always.
Ah yes! really right! :D
Eliminarwell, I think if you have that feeling to change it, you have to, so it's always better! :)
You're welcome, I love this ff :D
Dora
Excelente capítulo... no sólo sabemos como se siente Rashara respecto a sus sentimientos por Petyr sino también fue revelado el cómo fue concebida...
ResponderEliminarGracias Athena...
Xim a Cuerda
Vaya lío en que se metió Rashara, me pregunto que dirá Petyr, seguro estará apenado por rechazarla, ahora que pasará con su amistad, parece que nació en la joven un sentimiento honesto hacia su amigo, que problema, momento y lugar equivocados para el nacimiento de un nuevo amor. Espero puedan continuar si no como pareja, al menos como amigos y confidentes, gracias Athena.
ResponderEliminarAy qué jodido que es querer a alguien que no te quiere, esa sí que es la historia del mundo, pues ¿sabes? me cae fenomenal la chica y me gustaría que le fuese bien, la verdad. Me gusta mucho la historia, mucho, mucho, mucho.
ResponderEliminarCristina ;)
Aquí ha pasado al revés que en el otro fic, pero, efectivamente, la historia se repite. Los amores no correspondidos, enamorarse de una persona que está enamorada de otra...
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