AVISO

Este fic contiene especulación y recreación de hechos del pasado y mucha ficción. Todos los personajes y lugares pertenecen a G.R.R. Martin, excepto los creados por mí.

jueves, 30 de mayo de 2013

Capítulo 23


Nunca había estado en el Nido de Águilas. Sin embargo el lugar le resultó familiar. Era como si lo hubiera soñado, aparecía difuso en algún rincón de su mente. El castillo era pequeño y tenía siete torres muy altas de color blanco. El acceso era muy complicado, puesto que había que llegar ascendiendo la montaña hasta el Pico Lanza de Gigante desde las Puertas de la Luna, pasando por Piedra, Nieve y Cielo a lomos de mulas. Después quedaban los tramos más difíciles, que había que hacer a pie, hasta alcanzar otro tramo de peldaños que daba finalmente a la entrada. Era un lugar inexpugnable, un ingenio arquitectónico.


            Petyr entró a un pequeño jardín al que daban las habitaciones principales. Lo hicieron pasar a la sala principal, la Sala Alta, donde se encontraba la famosa Puerta de la Luna que daba directamente al vacío y que se usaba para las sentencias a muerte. El muchacho sintió un escalofrío al pensar en una caída desde allí, volar hasta estrellarse contra el suelo, un final horrible para cualquiera. 



          Un criado entró y le rogó con un gesto que lo siguiera. Cruzó unos pasillos con puertas a cada lado hasta llegar al final de uno bastante estrecho. Había una puerta de madera cerrando un cuarto. El criado llamó y lo anunció. Una voz familiar contestó tras una pausa: «Dile que pase, por favor.» Petyr respiró hondo, se sacó la hoja de menta que llevaba en la boca y se dispuso a entrar. 
 
          La habitación estaba muy iluminada, decorada con tapices exquisitos y muebles de calidad, pero el aire era polvoriento y pesado. Buscó a Lysa con la mirada y la encontró sentada junto a la ventana. Se quedó impresionado por el cambio que había sufrido en apenas dos años. Su elegante ropaje no ocultaba que ya no era esa preciosa niña de rostro pecoso y redondo que conoció en Aguasdulces. Ella le sonreía como esperando una palabra amable. A Petyr le dio la sensación de que no era consciente de su desmejorado aspecto, como si nunca se hubiera mirado a un espejo y creyera ser bonita aún. «Hola Lysa, estás radiante», mintió. Ahí estaba: la impostura, el fingimiento. Los remordimientos vinieron a él, incomodándolo, pero los expulsó de su mente. La muchacha se puso de pie y, con un estudiado movimiento, dejó la mata de pelo caoba caer hacia un lado. Sus ojos conservaban la picardía de la niñez, pero estaba como envejecida. ¿Cómo era posible una transformación tan grande en tan poco tiempo? Ella se acercó contoneándose de una forma que a Petyr le pareció más ridícula que seductora,  pero no lo manifestó, sino que alargó su mano hacia Lysa, invitándola a tomarla. La joven obvió el gesto y se tiró a su cuello directamente. «Oh, Petyr, ¡cuánto te he echado de menos, he llorado muchísimo desde el día que te fuiste de Aguasdulces!» Apretó su cuerpo contra el pecho del muchacho. «Pero estás aquí y no te dejaré marchar de mi lado.» Petyr tragó saliva sin saber qué hacer. Respondió al abrazo de Lysa y la notó ligeramente más gruesa, con el talle menos esbelto. ¿Estaría embarazada? Ella pareció avergonzarse cuando le tocó la cintura y se explicó sin deshacer el abrazo. «Jon sólo me quiere para darle hijos y mi cuerpo no es el mismo después de dos abortos. Pero sigo siendo joven y te quiero, te quiero ¡te quiero!» Repetía esa frase con desesperación. Se separó de él y lo miró a los ojos. Petyr leyó en ellos algo parecido a la esperanza. «Eres toda una gran señora, como tú merecías. Conmigo no hubieras sido nadie, eso ya lo sabes. Tu padre me apartó injustamente de Ca… de ti, Lysa.» Bajó la cabeza simulando tristeza. «No sabes cuánto los odio, mi amor. A todos, a mi padre, a Edmure y, sobre todo, a Cat. Por su culpa casi te pierdo en aquel duelo…» Acercó su cara a la de él y abrió la boca. Petyr dedujo que quería que la besara. Se pasó la lengua por los labios brevemente y los puso sobre los de Lysa. La joven movía la boca con rapidez, como queriendo recuperar el tiempo perdido en un solo minuto. Él respondió pensando en Cat… y también en Rashara. En aquellos días en Los Dedos no pudo devolver un simple beso, tan cándido y sincero,  y rechazó a la joven dorniense, pero ahora sí era capaz de poner pasión en un beso no deseado, como hacía en Aguasdulces con la propia Lysa. Ella rompió el beso casi sin aliento y soltó una carcajada enloquecida. «Mmm… qué bien saben tus besos…» Petyr se asustó al principio y le instó a guardar silencio porque no quería que su marido la oyera. «¿Ese viejo sordo? ¡Está camino de Desembarco! Le convencí para que se fuera antes ¡Te tengo para mí unos días!» Él la frenó poniéndole una mano en la boca. «No digas disparates, Lysa. Reconozco que no he podido olvidarme de la última vez que nos vimos, pero debemos ser cautos.» La joven pareció no entender. «Escúchame con atención: no hagamos algo de lo que tengamos que arrepentirnos. Por mí está bien así. Y por ti también. Estás casada con Jon Arryn y debes ser la madre de sus hijos, ¿me entiendes?» Lysa comenzó a llorar desconsolada. Petyr la abrazó para calmarla. «Bueno… no hay que ser tan duros. Podemos vernos y, en fin, ya sabes… Hay otras cosas que…» La muchacha se secó las lágrimas y sonrió. «¡Eres un pícaro, Petyr, no has cambiado nada!», dijo dándole un golpecito suave en el pecho. Él se lo tocó instintivamente y su gesto cambió. «Oh, lo siento… Por cierto, no me has preguntado por mi hermana.» «No me interesa saber nada de ella. Supongo que será feliz en Invernalia con su joven y flamante esposo con el que tendrá rollizos bebés morenos con caras de lobo.» Su tono era de reproche, todavía le costaba disimular que le daba rabia. Lysa no lo interpretó de esa manera. «Así es. La misma noche de bodas, Eddard le dejó un bebé en el vientre mientras que Jon apenas tuvo fuerzas para hacer nada. Ni siquiera se dio cuenta de que no sangré…» Se interrumpió, mordiéndose el labio. Petyr no se percató de lo último que dijo, porque sólo pensaba en Cat siendo madre de un niño del norte. «Pero no sabes lo mejor», continuó entonces Lysa, «¡Su querido esposo le trajo un bastardo de la guerra! ¿No es fantástico? ¡Jajajajaja!» «Dioses» pensó el muchacho, «La odia de veras, demasiado. Si supiera que aún amo a Cat…» Estaba pasmado por el comportamiento de Lysa. Tendría que tener cuidado para manejarla y que sus planes no se fueran al traste. «Sí, conociendo a tu hermana y su sentido del honor, eso debe haberle dolido. Pero no me parece bien reír de las desgracias ajenas. Yo la he perdonado y olvidado, y tú deberías hacer lo mismo.» Cambió el tono de su voz por uno más alegre y confiado. «Ahora cuéntame qué es eso que querías decirme y por lo que me has hecho llamar aquí.» Lysa lo invitó a sentarse y le reveló su plan.

12 comentarios:

  1. Muy buen capítulo. Lysa se arriesga demasiado tirándose al cuello de Petyr. Entra alguien y se monta. Pero Petyr empieza a pensar rápido y ve que Lysa está un poco desvariada.
    Sigue así

    Julia Stark

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    1. A lo tonto tonto, Lysa se beneficia a Petyr. Esto no puede ser.

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  2. Me ha gustado mucho el reencuentro, está escrito genial es justo como yo me imaginaba que sería. Comienza el juego de las sillas en Poniente. Esperando el próximo y a ver cómo le cuenta lo que creo que le va a contar jajajajaja ;)

    Cristina.

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    1. ¿Qué crees que le va a contar? Me parece que vas desencaminada... XD

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  3. Lysa.... que forma de odiar a Cat. Simplemente su destino fue malo... ¿Justifica su amor por Petyr el odio a su hermana?
    Gran capítulo!!!
    Xim a Cuerda

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    1. Es un odio que viene de la frustración y de la envidia. Cat es amada por Petyr y es feliz en su matrimonio en Eddard. Encima tiene hijos sanos y fuertes.

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  4. La envidia y los celos son muy malos.

    Excelente capítulo, lo has descrito todo tal y como me lo imaginaba. Tengo calada a esta Lysa ;)

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    1. Jajaja, la tenemos calada, pero menudo peligro tiene...

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  5. Oh Lysa, I don't like her, never! I knew that she wanted Petyr, we'll see her plan but I'm sure she wanted him for something else...
    she seems always a child... :s maybe here Petyr will know that the woman who he was with, wasn't Cat but Lysa!
    Btw, I liked the fact that the kiss made him think Rashara, after Cat of course, but he thought her! :)))

    Dora

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    1. Lysa is obsessed with Petyr, and this is dangerous...

      Petyr didn't forget Rashara, she was his friend in The Fingers <3

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  6. Ah que Lysa, me dio pena verla tan cambiada y lo que ha sufrido, de veras que me cae mal que Petyr no supere a Cat, a ver que planes tiene para él la joven Lysa.

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    1. Olvidé decir que Nido de Águilas me parece fantástico.

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