AVISO

Este fic contiene especulación y recreación de hechos del pasado y mucha ficción. Todos los personajes y lugares pertenecen a G.R.R. Martin, excepto los creados por mí.

martes, 14 de mayo de 2013

Capítulo 7


La comida se servía en un comedor decorado con cabezas de ciervos y jabalíes, supuestamente cazados por su padre. Lord Baelish ya estaba allí y no miró a Petyr cuando entró apresuradamente, colocándose el jubón en su sitio. Tuvo que pasar antes por su habitación para asearse y cambiarse después de haber estado toda la mañana en el bosque con Rashara. La chica resultó ser una mina de información. Había viajado por muchos sitios y hasta vivido en Desembarco del Rey. Su sueño era ir allí y convertirse en alguien importante y respetado. Los Dedos era su hogar, pero eso no era incompatible con el hecho de querer promocionarse socialmente. Si seguía estudiando tal vez consiguiera algún tipo de trabajo en la administración de la Corte.
            Tomó asiento y comió en silencio. Su padre seguía sin hablarle, pero ese día le dio igual. Tenía la cabeza llena de todas las historias que Rashara le había contado. Era una chica excepcional y se podría decir que la envidiaba. Su independencia y su valentía para enfrentarse a todos los obstáculos que la vida le había ido poniendo fueron una especie de inspiración para él. Analizando los años en Aguasdulces se dio cuenta de que apenas había hecho nada. Todo se resumía en jugar, hacer travesuras y, por último, enamorarse de Cat y ser expulsado. Si no hubiera ocurrido lo del duelo seguiría allí y lo más probable es que no hubiera prosperado ni salido de la Región de los Ríos jamás. Rashara le hizo ver que se podía sacar partido de cosas que en principio parecían malas. «Cada uno tenemos la capacidad de convertir las circunstancias adversas en favorables si sabemos cómo hacerlo» le había dicho. Petyr siempre había presumido de ser un experto en salir victorioso de todo hasta que ocurrió lo de Cat. Cuando partió de Aguasdulces juró convertirse en un maestro de la impostura, pero al llegar a Los Dedos el pesimismo se había apoderado de él. Conocer a Rashara era lo mejor que le había pasado desde su vuelta a casa. 
            Al día siguiente esperó a la chica en la puerta de los establos a la hora establecida por ambos. Ella no apareció por allí. Preguntó a uno de los mozos, pero no sabía nada. Le dijeron en la herrería que a veces salía a pasear a los perros de caza si no había mucho trabajo en las cuadras. A Petyr le extrañó que lo dejara plantado. La vio muy interesada en que la enseñara a leer y a escribir. Estaba decepcionado. La verdad era que le apetecía mucho tenerla como alumna, ser su maestro le hacía verse como alguien útil. 
            Cabizbajo, volvió a su habitación para estudiar. No se concentraba. Estaba preocupado por Rashara. ¿Y se la habían atacado en el bosque? Aunque era una muchacha muy resuelta no podría vencer a un grupo de hombres. Se asomó a la ventana y entonces la vio cruzar el patio en dirección a los establos. No llevaba los perros, sino un saco con heno. «¡Rashara! ¿dónde estabas?», gritó Petyr desde lo alto. Ella no lo oyó y siguió su camino. Bajó a la carrera y entró en la cuadra. Rashara estaba echando el heno en los comederos. Su gesto era serio. «Hola, te he llamado antes… ¿Por qué no has venido esta mañana a la cita? Pensaba que estabas muy ilusionada por aprender.» La muchacha seguía con su labor, haciendo como que no había nadie allí. Petyr estaba indignado. ¿Cómo se atrevía un mozo de cuadras a obviar su presencia? «Oye, te exijo que me contestes. Eres tú la que quería leer y escribir», dijo agarrándola del brazo. Rashara se deshizo de la mano de Petyr con un movimiento brusco. «Mi señor, si queréis una yegua o un caballo para salir a pasear, decídmelo y os atenderé gustosa.» Él notó que le temblaba la voz. «Rashara ¿qué te pasa? No deseaba hacerte daño ni ofenderte. Y no me trates de vos, por favor.» La chica empezó a llorar. «Es mi madre. Me ha prohibido que tenga ningún contacto contigo más allá del estrictamente formal entre un señor y su sirviente.» Petyr no sabía qué pensar. Recordó cómo en Aguasdulces él era una especie de ser intermedio entre los legítimos dueños de la casa y los criados. Como pupilo gozó de muchos privilegios, pero eso no impidió que Lord Hoster Tully lo tratara como un inferior al enterarse de que amaba a Catelyn. Ahora estaba en el otro lado y lo peor era que la sirvienta prohibía a su hija tener tratos con él. Ni allá en Aguasdulces ni en Los Dedos tenía opinión, todos decidían por él. Pero eso se iba a acabar. «No quiero que te enfades con tu madre ni predisponerte en su contra. De todo corazón deseo ayudarte en lo que quieres. Podemos establecer unas citas a lo largo de la semana y vernos en algún sitio que no sepa nadie.» A Rashara se le iluminaron los ojos, estaba feliz. Petyr sonrió al ver a la chica con un gesto alegre en la cara. Eso le favorecía mucho. «Inventemos un código», respondió ella. «Si me pides un caballo y te digo que tardaré en prepararlo es porque no podemos vernos, ¿qué te parece?» «Estupendo. Y el lugar ideal para las citas será el tocón donde haces tus ejercicios.» La miró solemne. «Entonces… tenemos un trato», dijo Petyr ofreciéndole la mano. Ella la apretó con fuerza y rió.

8 comentarios:

  1. Oh, qué bonito *_*

    A ver qué pasa ahora con esta parejita, que ya se sabe que los secretos siempre se suelen desvelar e.e

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    1. Bueno, al menos han encontrado un medio para verse :)

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  2. Oh lovely! Petyr who is angry and ask her why she wasn't at the date and why she doesn't talk with him and she cries! oh my...
    And they have a deal! yeah! oh, well, I'm worried if they find them but boh, maybe they can learn many things by this secret meetings...
    expecially Petyr that seems to start leaving a little Catelyin a part...
    Waiting next chapter!!

    Dora.

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  3. Sabes? Me he echado a llorar. A veces uno hace sin querer lo que le han hecho a él. Me ha tocado el alma. Gracias con todo mi corazón.

    Cristina

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  4. Que buenos amigos, soy feliz de que Petyr ayude a Rashara, tiene que salir adelante pese a los obstáculos, hermoso capítulo amiga, gracias.

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  5. Me encanta esa naciente amistad.... lo que me molesta es la actitud de la madre....
    Buen capítulo, sobre todo porque Rashara fue honesta...
    Xim a Cuerda

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