De camino al hospedaje, fue meditando sobre qué hacer ahora que Lysa había prometido liberar a Rashara. Por un momento pensó en huir con ella una vez que estuviera fuera de la cárcel, pero luego se dio cuenta de que era una tontería. La sombra de Lysa era alargada y los buscaría en cualquier rincón con ayuda de Lord Varys. No quería condenarla a una vida de miedo y temor por su deseo de tenerla junto a él. Sólo había una solución posible.
Se encerró en la habitación que había alquilado en Desembarco del Rey. Había pedido que le llevaran la cena allí y se la encontró dispuesta sobre una mesita. Tomó la botella de vino y se sirvió una copa, pero no llegó a bebérsela. «Debo mantener la mente fría», se dijo. Lysa consiguió lo que quería usando a Rashara como instrumento. No era tan tonta como Petyr había pensado, ni mucho menos. Había encontrado su punto débil y lo había convertido en un arma arrojadiza contra él. Ahora era Consejero de la Moneda, un cargo que sobrepasaba todos sus sueños de ascender en sociedad, pero el precio a pagar por él era demasiado alto: renunciar a ser feliz con Rashara y soportar a Lysa.
Se encerró en la habitación que había alquilado en Desembarco del Rey. Había pedido que le llevaran la cena allí y se la encontró dispuesta sobre una mesita. Tomó la botella de vino y se sirvió una copa, pero no llegó a bebérsela. «Debo mantener la mente fría», se dijo. Lysa consiguió lo que quería usando a Rashara como instrumento. No era tan tonta como Petyr había pensado, ni mucho menos. Había encontrado su punto débil y lo había convertido en un arma arrojadiza contra él. Ahora era Consejero de la Moneda, un cargo que sobrepasaba todos sus sueños de ascender en sociedad, pero el precio a pagar por él era demasiado alto: renunciar a ser feliz con Rashara y soportar a Lysa.
Lo más urgente en esos
momentos era saber cómo estaba Rashara. Más de un mes en los calabozos no era
lo mejor para nadie, y menos siendo una chica joven. Sintió ganas de llorar por
la rabia. Apretó los puños y golpeó la mesa imaginando que era la cara de Lysa.
¿Es que las Tully le iban a amargar la existencia para siempre? De forma
indirecta, Cat, su adorada Cat, también tenía parte de culpa. La envidia que
Lysa le tenía la había hecho una persona rencorosa y manipuladora, y Petyr era siempre
su objetivo. Nada de lo que le rodeaba estaba a salvo de sus garras. Se dio
cuenta de que estaba igual que al principio, a merced de sus sentimientos y de
su pasado. Con Rashara consiguió ser feliz por fin, pero la reaparición de Lysa
dio al traste con todo.
Sin
probar bocado, tomó unos pliegos del pequeño equipaje que había traído consigo
y se dispuso a redactar una carta para Rashara. ¿Por dónde empezar? Hacía dos
años que se había encontrado en la misma situación y terminó por enviar un
folio en blanco. Pero esta vez era más complicado, porque la persona herida era
Rashara y no él.
«Querida Rashara:
Estoy horrorizado con lo sucedido. He movido todos los hilos a mi alcance para
sacarte de la cárcel y por fin lo he logrado. Lamento no haber sido más
rápido. Sólo imaginar lo que has vivido allí me destroza por dentro, y más
sabiendo que yo, únicamente yo, soy el culpable. No puedo explicarte nada más
porque no deseo ponerte en peligro de nuevo. Tampoco puedo decirte qué he
tenido que hacer para liberarte, sólo que no volveré a Puerto Gaviota. Te ruego
que me olvides, es lo mejor para ti, no te convengo. Conmigo te espera
sufrimiento y desgracia, porque el pasado es algo que he comprobado que nunca
nos abandona. Sólo te pido una cosa: hazme saber que estás bien de alguna
manera, una señal bastará. Será nuestro último contacto. Al menos quiero tener
la tranquilidad de que estás sana y salva.
Antes de despedirme te diré que
contigo he dado lo mejor de mí mismo y que contigo se va. Conserva el recuerdo de
nuestros días juntos que ya son para mí un tesoro. Ahora debo ser otro y el
Petyr que conociste quedará oculto para no volver a aparecer jamás.
Hasta
siempre.
Petyr»
Dobló el pliego. No
tenía nada para lacrarlo. En unos días contaría con su propio sello como
Consejero de la Moneda, así que decidió esperar para mandar la carta. Se
desvistió e intentó dormir. No pudo conciliar el sueño en toda la noche
maquinando planes para hacer frente a su nueva vida, una vida solitaria otra
vez. Parecía destinado a no poder amar a nadie. Estaba maldito y su destino unido a las Tully para siempre. Pero en esta
ocasión no lloró. Notó crecer otra vez ese viejo escudo en torno a su corazón,
aquel escudo que Rashara había logrado romper.
Me ha gustado mucho,aquí empieza a salir el Petyr que todos conocemos y en cierto punto tiene razón de que su vida está junta con la de las Tully. Ahora habrá que saber que hace Rashara y a dónde irá.
ResponderEliminarSigue así
Julia Stark
Nace ese Petyr que conocemos por las circunstancias que vive. Siempre he pensado que Meñique no tenía mal fondo, pero se enamoró de la persona equivocada (Cat) y le dieron palos por todos lado. Por eso se vuelve así, aunque yo haya añadido esta historia para explicar su manera de ser :P
EliminarDe verdad estás consiguiendo que este hombre me dé pena. Increíble pero cierto. Aunque tranquila, luego le veo en la serie y se me pasa, jajaja.
ResponderEliminarTengo ganas de ver qué pasa con Rashara, si ha salido bien y cómo se encuentra. Estar un mes en los calabozos debe ser horrible, aparte que no sabemos cómo la habrán tratado los que la custodiaban. Aiss, pobre muchacha. Ciertamente, ella me da más pena que Petyr xD
P.D.: Maldita Lysa.
Jejeje, me gusta eso de que te dé penita :) Creo que nos va a pasar lo mismo con tu Taigüin...
EliminarSí, me da mucha penita ): Y la verdad es que gracias a tu fic se le comprende un poquito más.
EliminarSí, es posible que con Taigüin también pase... ya sabemos que no tiene un final feliz.
Bueno, no deja de ser un fic para mayor gloria de Meñique, jajaja, pero creo que lo que le pasó en Aguasdulces fue ya más que suficiente para que se volviera un resentido y quisiera j... a todos :P
EliminarMMmm... Finalmente a uno le da lástima Petyr... como fue convirtiéndose en lo que es. Rashara es una mujer fuerte, ya lo era antes de conocer a Meñique, y seguramente todo lo vivido le hará más fuerte. Y tengo la impresión de que esa carta no será la despedida final entre ambos.
ResponderEliminarXim a Cuerda
Sabíamos que este fic terminaría con el Petyr que conocemos, pero no está todo dicho...
EliminarCreo que voy a hacerte el comentario más corto desde que empecé a leerte porque estoy llorando, esa carta... Que bonito y que pena.
ResponderEliminarCristina.
Sorry if I answer and read just now, I've not been here.
ResponderEliminarWow! Great chapter, one of the best with Petyr's thoughts! and he is so sure of himself! Great really, I loved this one too.
I've read that the chapter will be 44 so I go to read the others :)
Dora
T-T que pena, es una tragedia, sabía que algo malo pasaría, pobre Rashara, dulce Petyr, el destino los separa de la felicidad, hay esa Lysa, ya ni enojarse sirve, creo que nuestro Petyr cambiará de manera definitiva, espero que tenga noticias en breve de que su amada Rashara está bien, saludos y gracias Athena.
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