La puerta emitió un chirrido cuando se
abrió, dejando paso a un rayo de luz que le dañó los ojos. Eran pocas las veces
que Rashara veía la claridad del sol. Había perdido la noción del tiempo
durante su encierro al no saber si era de noche o de día. Al principio intentó
llevar la cuenta, pero le daban comida o la despertaban a cada momento y ya no
tenía muy claro ni en qué hora se encontraba. Era una tortura muy efectiva que
empezaba a desquiciarla. Se pasó varios días con la camisola con la que dormía
en su casa. Después le procuraron algo de ropa y una manta. Había aprendido a
diferenciar a sus carceleros: uno de ellos era más amable, mientras que el otro
no. En una ocasión, entró en la celda y trató de abusar de ella. Rashara no
tenía las fuerzas suficientes para quitárselo de encima, pero gritó tan fuerte
que fue oída por el otro hombre, que entró y agarró al agresor del cuello y lo
sacó de allí a golpes. Antes de que volvieran a cerrar, oyó cómo discutían y el
nombre de Lady Arryn salió en la conversación. ¿Qué tenía ella que ver con su
detención? Los cargos de los que se le acusaban eran ciertos aunque Rashara
pensaba que habrían prescrito, pero no veía la conexión. ¿O sí? Durante su
encierro había tenido tiempo para reflexionar sobre su situación. Se la acusaba
de espionaje durante la guerra y el documento que la denunciaba llevaba el
sello de la Mano del Rey. Hasta que no oyó el nombre de Lysa no cayó en la
cuenta de que a lo mejor Petyr había acudido a su antigua amiga para liberarla,
puesto que era la esposa de Jon Arryn. Entonces ¿por qué aún estaba encerrada?
Otros pensamientos vinieron después a su cabeza. ¿Y si era al revés, y si había
sido Lysa la que había propiciado su encierro? Pero ¿por qué? Una idea le cruzó
la mente. ¿Estaría Lysa enamorada de
Petyr y quería quitarla de en medio? Recordó la actitud de Petyr cuando ella estuvo en Puerto Gaviota, las palabras de Petyr la noche que
lo encontró dormido sobre la mesa, y esa lágrima sobre su cabello… Pero todo
eso no eran más que conjeturas e ideas peregrinas fruto de la tortura a la que
estaba siendo sometida. Lo más probable era que Lysa la ayudara a instancias de
Petyr, pues eran amigos. Además, Lysa era una mujer que provenía de una familia
importante y casada con un hombre de prestigio, no era posible que tuviera
comportamientos deshonestos.
Se
revolvió con cuidado hacia el haz de luz que penetraba hiriente. La figura
recortada de su carcelero bueno se acercó hacia ella y le tendió la mano. «Eres
libre. Se han levantado los cargos contra ti», le dijo mientras le tendía un
pliego sellado. «¿Cuánto tiempo he estado aquí?», dijo con un hilo de voz. «Seis semanas y tres días», respondió el hombre. «Hay alguien que te espera»,
añadió. ¡Petyr, seguro que era él! Se levantó con trabajo porque el
encarcelamiento le había entumecido el cuerpo. Había procurado mantener la
forma haciendo algunos de sus ejercicios y comiendo la bazofia que le daban,
aunque le provocaba náuseas al principio. Olía fatal, llevaba el pelo sucio,
pero él no se fijaría en todo eso. Las piernas le fallaron y el carcelero
acudió en su ayuda. Salió de allí tapándose los ojos e intentando llevar un
porte digno. Cuando el carcelero la llevó hasta la salida, allí sólo estaba
Ollyan, que la abrazó llorando como un niño. «Hija mía, ¿estás bien? ¡No me han
dejado verte en todo este tiempo!» Tuvo que tranquilizarlo. «No te preocupes,
Ollyan, ya sabes que soy fuerte. No me han tratado demasiado mal. Lo que quiero
es ir a casa, tomar un largo baño y comer algo decente…» No pudo remediar
llorar también. Se enjugó las lágrimas mientras caminaban. «¿Dónde está Petyr?
¿Por qué no ha venido a verme?» El orfebre le explicó que fue él el que hizo
todas las gestiones para sacarla, pero que tuvo que marcharse a la capital para
lograrlo. «Lo último que llegó de él fue ese documento que te ha sacado de la
cárcel. Ha sido un buen amigo para ti. Supongo que pronto lo tendremos en
Puerto Gaviota.» Rashara confiaba en que así sería.
Ya
en su casa, se aseó y tomó un poco de comida. Llevaba el pelo muy largo, así
que decidió trenzárselo. Se contempló en el espejo para hacerlo. Estaba muy
pálida tras tanto tiempo sin ver la luz del sol. Se pellizcó las mejillas para
darles un poco de color y verse más saludable. Cuando Petyr regresara debía
encontrarla como si nada. Le había hecho el gran favor de conseguir retirar las
acusaciones y no quería pedirle más explicaciones sobre su relación con Lysa.
Su ayuda era una prueba más que evidente de que la amaba y se preocupaba por
ella, tanto como para ir a Desembarco a traer su indulto.
Pasaron
varios días sin noticias de Petyr. Una mañana llegó un mensaje al taller del
orfebre. No traía remite, pero el sello que lo cerraba tenía un símbolo
conocido para Rashara: era el sinsonte que ella misma había diseñado para el
broche de Petyr. Se emocionó al verlo, aunque algo le dijo que eso no era buena
señal. Si usaba ese símbolo para un sello quería decir que tenía algún puesto
importante allí. Temblando, abrió la carta en su habitación. Era breve, aunque
no por eso menos intensa. La leyó entre lágrimas una y otra vez para
cerciorarse de que lo que Petyr le decía en ella era verdad. Se había sacrificado
por liberarla, un gesto que lo honraba. Sin embargo, la última parte la dejó
preocupada. Petyr afirmaba que nunca sería más la persona que ella conoció. Sintió
que tenía la culpa de ese cambio aunque él no le reprochara nada. Es más:
aseguraba que todo lo de su acusación era por causa de él. No entendía nada.
¿Había estado enamorada de una ilusión? Se negaba a creerlo. Petyr era bueno,
cariñoso y honrado. No deseaba imaginar qué cosas habría tenido que hacer para
sacarla de allí.
A
pesar del dolor que se apoderó de su pecho, sabía que le debía esa señal que
Petyr le pedía como último favor. Miró a su alrededor buscando algo que fuera
significativo. Revolvió el cajón de su mesa de trabajo y pronto dio
con lo que quería. Después se sentó a reflexionar. ¿Qué iba a hacer ahora? En
Puerto Gaviota todo le recordaba a Petyr. Dejar a Ollyan le dolía, pero no
quería seguir en un lugar en el que había sido tan feliz y ya no volvería a
serlo. Tampoco estaba segura en los Siete Reinos debido a su pasado. Preparó un
equipaje ligero, escribió una nota de despedida para su madre y otra para
Ollyan en la que le daba instrucciones para que enviara su mensaje a Petyr un
mes después de su marcha, y salió a buscar un pasaje para el primer barco que
la alejara de allí por la mañana. Su destino: más allá del Mar Angosto.
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Ilustración: Rene Aigner |
Muy bueno, me ha encantado. Ya me imaginaba que Rashara marcharía, pero me entristece que tenga que huir.
ResponderEliminarSigue así
Julia Stark
Al menos ha salido viva de la experiencia. Ayer no te lo comenté por no adelantarte nada, pero si Rashara hubiera muerto o sufrido demasiado dentro de la cárcel, Petyr nunca hubiera cedido al chantaje de Lysa. Ésta no es tan tonta y quiso mantenerla más o menos con vida para cubrirse las espaldas.
EliminarQué penita de capítulo :'(
ResponderEliminarAl menos sabemos que Rashara está bien y seguro que consigue apañárselas perfectamente al otro lado del mar, porque ya ha demostrado con creces que sabe cuidarse muy bien ella sola. Sino hubiera sido por Lysa, habría tenido una vida muy feliz en Puerto Gaviota al lado de su Petyr y, quién sabe, a lo mejor hasta él conseguía enamorarse de ella.
Me da mucha pena Ollyan, él ha sido como un padre para ella y seguro que lo pasa tan mal como lo pasó su madre cuando se marchó de Los Dedos.
En fin, ya solo nos queda saber cuál será el mensaje de Rashara. El final se acerca y a mí me da mucha pena que el fic termine =(
Petyr ya sentía por Rashara algo más que cariño. El recuerdo de Cat es imborrable, pero con la dornienses era realmente feliz :)
EliminarLo sé pero ya se sabe lo que dijo Petyr al final de Tormenta, que solo amó a Cat. Evidentemente, esto es un fic, pero si Lysa no hubiera actuado de esta forma, quizás Petyr hubiera conseguido amar a Rashara como lo hizo con Cat ^^
EliminarExacto: "Only Cat" e.e
EliminarOhhh!!!!!!!!!!... :(
ResponderEliminarEspero que Petyr y Rashara puedan encontrarse en el futuro y conversar sobre lo sucedido mirándose a los ojos.
Gracias Athena por tan genial fic.
Xim a Cuerda
Lo he pasado bien escribiéndolo y con vuestros comentarios.
EliminarOh no :( I'm near to cry, this is amazing! Rashara finally is free and she wants to go away because of memories, once more, and once more because of Petyr. And Petyr sacrified himself for her, for his love for her.
ResponderEliminarGreat.
Dora
Qué bonito, a veces las mujeres hacemos eso, huímos para poder partir de cero en un sitio sin recuerdos, o al menos no tan vivos.
ResponderEliminarMe alegra que Petyr haya mandado esa nota, el silencio de por vida hubiera sido demoledor sin ella... Y pobre Rhasara, que encima se siente responsable. Me ha encantado, voy a por el siguiente.
Cristina :)
Que tristeza, no sé que haría yo en el lugar de Rashara, quizá perseguirlo, pero ella sabe que solo le traerá pena a Peryr, espero con ansias el final de la historia, besotes Athena.
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