Tres semanas pasaron desde su primera vez
juntos. Petyr andaba eufórico todo el día. Trabajaba con ahínco pensando en que
por la noche estaría con Rashara. Hacían el amor casi a diario, se
compenetraban a la perfección. La chica se reveló como una amante excelente a
pesar de no haber estado antes con ningún hombre. Petyr tampoco tenía demasiada
experiencia, pero era feliz con ella y siempre quedaba satisfecho tras sus
encuentros sexuales. Ella también disfrutaba y no tenía pudor en pedirle que la
tocara allí o la besara allá. Un mundo de excitantes experiencias se abrió ante
ambos. Rashara tomaba sus precauciones para no quedarse embarazada, aunque
nunca le decía a Petyr de qué se trataba exactamente. «Son cosas de mujeres, no
lo entenderías.» Precisamente ese día no harían nada, porque ella estaba con su
sangre de la luna. No le importaba en absoluto. El simple hecho de tenerla
entre sus brazos ya era más que suficiente.
Llegó
a casa agotado y se recostó un poco en la cama. Tenía dos horas hasta que
Rashara llegara con algo de cenar, por lo que decidió dormir un rato. Apenas
había cerrado los ojos cuando oyó un ruido en la puerta. A lo mejor Ollyan le
había dado permiso a la chica para que se fuera antes. Se puso la túnica y
salió a ver. Abrió la puerta con una sonrisa. «Vaya, no te esperaba tan pr…» Se
quedó helado. Era Lysa. ¿Qué demonios hacía allí? ¡Ni se acordaba ya de ella! «¡Hola, Petyr, mi amor!» Lo abrazó y lo besó en los labios. Petyr ni se inmutó,
aún pasmado por la sorpresa. «¿Qué te pasa? ¿Es que no te alegras de verme?» Le
costó reaccionar. «Mmm… Sí, claro. ¡Es que no sabía que vendrías!» Lysa paseó
la mirada por la estancia poniendo un mohín de asco. «¿Esto es todo lo que has
logrado después del puesto tan importante que te conseguí? Me esperaba algo
más… ostentoso.» «No necesito nada de eso. Vivo muy bien aquí, tengo de todo.» No
quería que Lysa notara que estaba disgustado por su presencia. De pronto pensó
en Rashara. Si se presentaba allí estando Lysa, ésta sospecharía algo. Temió
por la muchacha. Lysa odiaba a su propia hermana, así que le sería más fácil aún
odiar y hasta aplastar a una joven de origen incierto y sin posición social.
Empezó a sudar por los nervios. «Oh, Petyr, ¿qué te ocurre? Sé que me has
echado de menos…» Se pegó a su cuerpo y lo rodeó con sus brazos. ¿Eran más gruesos
que la última vez que la vio? Se preguntó si Cat también habría cambiado tanto
tras sus dos embarazos. Petyr se deshizo de su abrazo con cuidado. «Lysa,
déjame que te ofrezca algo de beber. Tengo un vino rojo de Dorne excelente,
digno de tu exquisito paladar.» Lo miró con desconfianza. «Mmmmm… ¿Me estás
evitando?» El muchacho se dio la vuelta para servir la bebida. Apretó los
dientes mientras echaba el vino en dos copas. «Para nada.» Al ofrecérselo, puso
una de sus mejores sonrisas. «Es que no he sabido nada de ti en varios meses y
ha sido toda una sorpresa verte aquí.» Petyr sabía que Lysa era perspicaz. En
sus años de Aguasdulces fueron inseparables compañeros de travesuras y lo
conocía muy bien. «Tú tampoco me has escrito a mí…», replicó ella. «He estado
muy ocupado. Este trabajo es muy absorbente y debo hacerlo bien para que nadie
diga que estoy aquí por ser amigo de la mujer de la Mano del Rey.» Lysa dejó la
copa en la mesa después de darle un trago largo. «Venga… Siempre has sido muy
listo. No creo que nadie dude de tus méritos porque pierdas unos minutos
escribiendo a una vieja amiga.» Posó sus ojos en unos pliegos que había en una
mesita cercana a la chimenea. «¿Y eso? Parecen cartas.» ¡Eran de Rashara! Lysa
se dispuso a cogerlas, pero Petyr se adelantó y se las arrebató, guardándolas
en un bolsillo. «Son cosas de las aduanas. No es asunto tuyo.» Su tono de voz
fue brusco. «Menudo recibimiento… Estoy decepcionada contigo…» Se aproximó y le
pasó las manos por el cuello, abrazándolo. Petyr la besó sin pasión. «Estoy muy
cansado, en serio. Puedes quedarte aquí a dormir. La cama es pequeña, pero yo
pasaré la noche sobre esos cojines. Te prepararé algo de cenar.» Su mente sólo pensaba en Rashara y en cómo avisarla. «Bah, no hace
falta. Veo que estás medio muerto, jajaja. Le he dicho a una de mis criadas que
buscara unas habitaciones en Puerto Gaviota. No debo levantar sospechas. Fuera
hay un hombre de Jon esperando, no te preocupes por mí.» Y volviéndole a dar un
beso, se retiró hasta el día siguiente. Petyr la despidió con una sonrisa.
Cuando se marchó, se sentó destrozado sobre una silla. Era como si le hubieran
dado una paliza. La tensión por el miedo a que Rashara apareciera mientras Lysa
estaba allí lo había dejado exhausto. Cogió la copa de vino y la
apuró de golpe. La llenó y volvió a beber el contenido de un trago. Después repitió el gesto varias veces. A los pocos minutos se quedó durmiendo sobre la mesa.
Siempre tiene que aparecer Lysa. Está como una cabra y seguro que le hace algo a Rashara. Miedo me da. A ver como controla todo Petyr.
ResponderEliminarSigue así.
Julia Stark
Con la experiencia de Petyr suponemos que saldrá de ésta. Pero habrá que ver qué pasa e.e
EliminarD: everything going in the perfect way and then...Lysa! Why is her here?! :s
ResponderEliminarI'm sure she will ruin Petyr/Rashara's relationship.
Btw, they're amazing togheter <3 what a perfect couple, love them. Hope this will go on, but with Lysa...who knows...
Dora
Petyr is there thanks to Lysa, so...
EliminarAgggg, ¿por qué tenía que aparecer Lysa? Para darle intriga a la historia, lo sé. ¿Pero por quéeeeeee? xDD
ResponderEliminarMe tienes muy, muy, muy, muy intrigada. Quiero saber qué va a pasar. ¡A este paso eres capaz de dejarme sin uñas! xD
Reserva uñas que todavía queda...
EliminarLysa con esa actitud posesiva y tan arrastrada no me gusta para nada.
ResponderEliminarComo siempre un gusto leer.
Esperé todo el día tu aviso por twitter... Ya no pude más de curiosidad y vine solita a ver si había actualización.... :-)
Xim a Cuerda
Lysa está obsesionada con Petyr, algo que la hace peligrosa.
EliminarLo de Twitter ya hemos visto que fue una travesura de alguien con dedos rápidos, jajaja.
Gracias por comentar.
Que bárbaro, llegó Lysa, ya decía yo que tanta belleza no era posible, espero no se meta con Rashara que sobra decir que me cae muy bien, hay cuando olvidará a Petyr, bueno a ver como les va con esta inesperada y poco grata visita jeje.
ResponderEliminarEso se llama "que te pegue todo el bajonazo". Hostias que han estado a un tris y a "la Lysa" le da un perreque y la mata, jajajaja. Me ha gustado un montón ;) sigo...
ResponderEliminarCristina