AVISO

Este fic contiene especulación y recreación de hechos del pasado y mucha ficción. Todos los personajes y lugares pertenecen a G.R.R. Martin, excepto los creados por mí.

sábado, 1 de junio de 2013

Capítulo 25


Durante más de un año, Petyr trabajó en las aduanas de Puerto Gaviota y su fama fue aumentando al mismo tiempo que las riquezas del lugar. Manejaba el dinero con soltura y siempre disponía de ciertas cantidades extra que guardaba para sí sin mermar los beneficios que reportaban las aduanas. Los negocios ocultos eran lo más habitual en ese ámbito, dragones de oro que iban y venían de unas manos a otras sin pasar por los cauces legales. Así se enriqueció él y consiguió tener contentos a los demás. Se sentía orgulloso de sí mismo cuando lo comparaban con Lord Tywin Lannister por su manera prodigiosa de hacer aparecer dinero. Tenía dieciocho años y no había hecho nada más que empezar su ascenso hacia la capital, su objetivo final, con muy buen pie.

            Era temprano y ya estaba en su lugar de trabajo. Los legajos ocupaban su mesa, por lo que comenzó a despacharlos para quitarse toda esa pesada burocracia de encima. Observó que uno de ellos era una carta. Llevaba el sello con la media luna y el halcón: el símbolo de Jon Arryn. Era un mensaje de Lysa, que le escribía cada mes y a veces con más frecuencia. Lo abrió con desgana y se dispuso a leerlo. Volvía a repetirle lo mucho que lo quería y echaba de menos, lo asqueada que estaba de su matrimonio con Jon… Lo de siempre. En el penúltimo párrafo le comunicaba que Catelyn había tenido una hermosa niña con el pelo caoba y su nombre era Sansa. Después seguía lamentándose por un nuevo aborto mientras que su hermana paría hijos sanos y fuertes. Llegado a ese punto, Petyr soltó la carta y se quedó pensando en la hija de Cat. «Podría ser mía, mía y de Catelyn. Debe ser preciosa si se parece a su madre. Cómo me gustaría verla…» Sintió una punzada de envidia por la felicidad de su amada en el Norte. Él sabía que nunca tendría hijos porque no concebía a otra madre para su descendencia que Cat.
            Estuvo toda la mañana atendiendo asuntos legales y las horas pasaron volando. Tras una comida frugal, se retiró a su casa. Había comprado una vivienda sencilla pero funcional. No necesitaba mucho para vivir. De hecho pasaba más tiempo fuera que dentro, por lo que decidió hacerse con una construcción poco ostentosa. Lo que empezaba a cuidar era su apariencia externa. Un buen disfraz empezaba precisamente en el vestuario. ¿Qué quería él que vieran los demás? Un joven seguro de sí mismo, comedido, pero poderoso. Sus ropajes mantenían una línea austera, aunque siempre elegía los tejidos más ricos y caros. La intención era mostrar que tenía dinero pero sin ser una persona derrochadora ni tampoco pretenciosa, sino un buen administrador. No miraba a los demás por encima del hombro, lo que no le impedía ser inamovible en sus decisiones. Siempre sonreía y tenía una respuesta inteligente ante preguntas tontas o comentarios maledicentes. No se implicaba directamente en nada, sino que hacía uso de intermediarios. Su máxima “las manos siempre limpias” que ya usaba en Aguasdulces para evitar ser castigado cuando Lysa y él hacían alguna trastada lo aplicaba ahora a asuntos más serios.  
            Cuando llegó a su hogar, se miró en un espejo de cobre pulido. No había crecido, pero sí madurado. Se había dejado crecer la barbita que comenzó a nacerle en el mentón después del duelo con Brandon Stark. Llevaba el pelo muy corto, con lo que el mechón liso y blanco destacaba menos y la ausencia de rizos le daban un aire adulto. A pesar de estar contento con su aspecto, algo faltaba… un símbolo, un detalle único y personal. Decidió encargar un broche. ¿Qué diseño elegir? Nada que tuviera que ver con Los Dedos o su apellido. Recordó al pequeño sinsonte que cantó a modo de despedida justo en el momento en el que abandonaba Aguasdulces. Él y el ave eran tan parecidos… Sí, un sinsonte, ese pajarillo insignificante pero gran imitador era ideal. Salió de su casa y se dirigió al taller de un orfebre de Puerto Gaviota, famoso por sus creaciones por encargo.
Fuente imagen: bee wa

            La tienda y el taller estaban en el mismo edificio. No tenía escaparate, sólo un pequeño cartel que indicaba que allí había un orfebre. Al entrar, sonó una campanilla. No había nadie detrás del mostrador y esperó en silencio. Había aprendido a ser paciente. Transcurridos unos minutos, una voz de viejo dijo algo desde el interior del lugar y por fin su dueño se dejó ver. Se trataba de un hombrecillo pequeño de piel oscura y ojos dorados, calvo y con una barba desigual. Sus manos eran nudosas y a Petyr le resultó extraño que alguien con los dedos tan deformados pudieran hacer trabajos tan finos como los que se exponían en la tienda. «Buenos días, señor, ¿qué deseáis?» Hablaba de una forma rara, con un acento que Petyr no supo situar. «Quería hacer un encargo, un broche pequeño y sencillo.» «¿Tenéis ya una idea de lo que es?» «Sí, un sinsonte.» El viejo no dijo nada. Tomó un pliego y anotó algo sobre él. «¡Alyn, sal, necesito tu ayuda!» Se oyó ruido en el taller y unos pasos. Petyr estaba pendiente de otra cosa en ese momento, observando algunos de los trabajos del orfebre, que eran magníficos. «Aquí estoy, dime de qué se trata, Ollyan.» El muchacho se volvió al oír esa voz tan familiar. ¡Era Rashara! La chica había cambiado: llevaba el pelo más largo, recogido en un moño y vestía con ropas femeninas. Estaba concentrada en el papel que el tal Ollyan le había pasado. Petyr se acercó al mostrador y puso su mano sobre la de la muchacha, que la retiró instintivamente y levantó la cabeza. Al encontrarse con sus ojos, Rashara se quedó boquiabierta. «¿E-e-eres tú, Petyr?» El orfebre le dio un codazo. «¿Qué son esas familiaridades con un cliente, Alyn?» La joven bajó la mirada, pero Petyr salió en su defensa. «Por favor, no le riñáis. Nos conocemos desde hace un tiempo y ha sido una agradable sorpresa encontrarla aquí.» Rashara estaba callada y parecía confusa. Él continuó hablando. «Estuve muy preocupado por ti, no me dijiste nada cuando te fuiste, Alyn.» Al decir su nombre, claramente falso, le guiñó un ojo. Ella sonrió, confiada. «No podía quedarme», contestó con hilo de voz. «Pero ya ves que estoy bien. Ollyan me ha enseñado a dibujar. Además le llevo las cuentas y tomo nota de sus pedidos. Y todo gracias a ti y a tu amabilidad.» Petyr sintió vergüenza. ¿Había sido él quién había hecho todo eso por una chica que trabajaba de mozo de cuadras? En Puerto Gaviota había cambiado su manera de ser, no se reconocía en esa descripción hasta que se reencontró con Rashara. «Me gustaría que nos viéramos, si no te importa.» La muchacha asintió con timidez.

8 comentarios:

  1. Está genial. La parte en la que le dice Lysa que ha nacido Sansa y lo que él piensa, me ha hecho recordar ciertas cosas que pasan después, más bien me han asustado XD
    Y por fin se han reencontrado Rashara y Petyr, bien. A ver que hacen ahora con Petyr transformandose en Don Baelysh

    Sigue así

    Julia Stark

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  2. Que sorpresivo y maravilloso encuentro.
    Ya desespero por leer el siguiente capítulo.
    Xim a Cuerda

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  3. Este capítulo está formado por dos realmente. En principio acababa cuando decide ir al taller del orfebre, pero decidí unirlos para que no fuera otro capítulo de transición. Espero que haya gustado el resultado.

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  4. Capitulazo.

    Sin duda la parte que más me ha sorprendido y que menos me esperaba era ese reencuentro con Rashara. Me has dejado boquiabierta xD Ahora seguro que se la beneficia e____e

    El motivo por el que elige el sinsonte como distintivo me encanta, y ese sentimiento posesivo por Cat con su hija me ha dado hasta miedito. Supongo que se debe a que sé lo que va a pasar en un futuro xD

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    1. No sé si habré acertado haciendo el reencuentro en el mismo capítulo, pero pensé que era mejor y no dejar tanto tiempo al lector en ascuas y leyendo capítulos de transición.

      Lo de Sansa es un guiñazo, claro. Me gusta poner cosas así ;) Y más siendo Satyr a muerte como soy, jajaja.

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  5. Oh good! Petyr is starting to become adult, to change himself and...
    he meets again Rashara! :D
    Run to next chapter!!!

    Dora

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  6. Ahhhhh apareció Rashara, estoy feliz, que encuentro tan maravilloso, espero ver que pasa ahora. Me gusta el cambio de Petyr. Saludos.

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  7. Ay que ha nacido Sansita!!!!!!!!!!! Mi niña!!!!!! Y se ha comprado una casa y ha encargado el Sinsonte.... Y ha vuelto a ver a Rashara!!!!!! Me encanta, me encanta, me encanta. Voy a por el próximo ;)))))))))

    Cristina

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