Hacía tres semanas que Lysa había regresado
a Desembarco. Aún esperaba noticias de Clem y también de Petyr. No era propio
de él, ambicioso por naturaleza, rechazar un puesto tan importante en la
capital. Por esa razón decidió vigilar sus actividades en Puerto Gaviota, tanto
las públicas como las privadas. Quería saber por qué no aceptó su oferta desde
el principio, sin dudar, porque sus argumentos para hacerlo no le valían a
Lysa.
Bajaba
hacia la Fortaleza Roja desde la Torre de la Mano cuando vio a Varys, el Consejero de los Susurros. No le
gustaba nada ese hombre, aunque reconocía en él a un superviviente. Había
trabajado para Aerys Targaryen y ahora para Robert Baratheon. Venía hacia ella
con decisión y una sonrisa en su cara redonda. Lysa olió al lyseno a varios
metros, puesto que se perfumaba mucho. «Lady Arryn, tengo algo para vos.» Le
tendió unos pliegos sellados que sacó de una de sus mangas. «Espero que no
hayáis leído su contenido. La correspondencia es privada, Lord Varys.» El
hombre soltó una carcajada. «No me hace falta abrir nada. Mis pajaritos me informan de todo… Os
aseguro que ahí no hay nada que me interese. Aunque a vos, por vuestra cara,
parece que sí. Y yo podría ayudaros bastante si algo os preocupa.» Lysa no se
fiaba de él. «En el caso de que os necesite, os haré llamar. Pero mis asuntos
privados no son de vuestra incumbencia.» Lord Varys hizo una reverencia
afectada y siguió su camino.
Abrió
los pliegos allí mismo. Una de las cartas era de Cat. Cómo no, le hablaba de lo
feliz que era con Ned, de lo sanos y hermosos que eran sus hijos, Robb y Sansa,
de Invernalia… Bla, bla, bla. Le restregaba su dicha y ya estaba harta. Nunca
nombraba al bastardo, Jon Nieve. Al final le preguntaba por su salud y su nuevo
embarazo. Lo de siempre. Abrió el otro mensaje. Era de Clem. En él le informaba
de que el pájaro, nombre en clave
para referirse a Petyr con el fin de evitar precisamente que Lord Varys supiera
nada, se veía con frecuencia con la ayudante de un orfebre llamada Alyn. Clem
había averiguado que la muchacha era originaria de Dorne y parecía ser que
usaba un nombre falso. «Así que la tal Alyn
es muy amiga de Petyr... Por eso no quiere abandonar Puerto Gaviota, porque
está enamorado de otra. Pero eso se va a acabar.»
Capítulo estupendo. La aparición de Varys, sublime y pinchando a Lysa. Lysa celosa de Cat, pero eso ya es normal. Ahora hay que ver que hará Lysa con Rashara y como acabará Petyr en Desembarco del Rey
ResponderEliminarSigue así
Julia STark
Varys es un sibilino, me encanta :) Veremos qué se le ocurre a Lysa...
EliminarI don't understand...so has Petyr already left Puerto Gaviota? :( and Rashara? where is her? how happened this?
ResponderEliminarDora
No, Petyr and Rashara are in Puerto Gaviota. Lysa is in King's Landing but her spy, Clem, has sent some information about Petyr and Rashara to her.
ResponderEliminarAaah ok, sorry, I didn't get the pov in the translation :s
EliminarThanks :)
Oh well, now I'm really worried about Rashara. Lysa couldn't do anything with Cat because she was her sister, but Rashara is a stranger for her... what will she do? :s
Dora
Ya está, ya se ha enterado. Que los Dioses nos cojan confesados D:
ResponderEliminarP.D.: Varys como siempre en su línea. Me he sentido algo identificada con Lysa en ese momento, yo también tendría miedo de ese hombre xD
A quien tienen que coger confesada es a Rashara :P
EliminarAy !!...Lysa hasta cuándo??????????.... por qué simplemente no deja en paz a Rashara???... qué le ha hecho ella?. Es Petyr quien engaña a las dos...
ResponderEliminarAishh!!!... que rabia...
Excelente capítulo... ha sacado todas mis emociones
Xim a Cuerda
Lysa que horror, ya se que ama a Petyr pero que forma de acosar y arruinarle la vida a alguien, quisiera meterme en la historia y ponerla en su lugar. Solo espero en el fondo que recapacite y deje a Petyr, hay pobre Rashara, la quieren desprender de su amor, lo lamento, espero esto no termine mal. Saludos Athena.
ResponderEliminarAaaaaaaaaaaaaaah que sale mi pajarito Sansa, de pasada, pero sale, mi niña chica y bonita... ¿Cómo la puedo querer tanto? No lo sé, pero la quiero, jajajajaja.
ResponderEliminarAy, que ya se ha enterado del idilio la loca, ay Rashara. Algo huele a Podrido en Desembarco, tanto como en Dinamarca. Ya estoy "tó"enganchada. Voy a por otro.
cristina xDDDDDDDD