Se sentía feliz por estar en Puerto
Gaviota. Había convencido a Jon para dejarla ir allí después de su último
aborto. La salud empezaba a debilitársele tras tanto intento de darle un hijo a
su esposo y le aseguró que unos días en la costa, donde el clima era más
benéfico, le vendrían bien. Lo que Jon no sospechaba era que estaba deseando
ver a Petyr. Los últimos meses no pudo escribirle porque empezaba a pensar que
alguno de los pajaritos de Lord Varys
se enteraría y éste iría con el cuento a su marido. Se moría de ganas de besar
a Petyr, tocar su cuerpo joven, saborear su aliento de menta.
Lo
que no esperaba era el recibimiento tan frío por parte del muchacho. Era verdad
que no había avisado de su llegada, pero al menos podría haber mostrado un poco
de alegría. Eso la tenía preocupada. Las cosas parecían irle bien allí, pero
ella tenía una oferta muy atractiva que hacerle. Su fama como excelente gestor
en las aduanas había llegado hasta la capital y Jon necesitaba un buen
Consejero de la Moneda. Petyr era aún muy joven, sin embargo unos cuantos meses
más en Puerto Gaviota serían suficientes para que terminara de formarse y se
trasladara a Desembarco del Rey, junto a ella. No podría rechazar la
oportunidad de su vida, triunfar y escalar puestos en la sociedad, algo con lo que había soñado desde pequeño.
Se
vistió con ayuda de una sirvienta. El espejo le devolvió la imagen de una mujer
con el cuerpo ensanchado y el rostro adornado con una incipiente papada.
Decidió dejarse el pelo suelto otra vez, como cuando vio a Petyr en el Nido de
Águilas. Era su mejor arma para seducirlo. Se dio un poco de color en las
mejillas y salió del establecimiento acompañada de Clem, un hombre armado de su
guardia personal. Jon no quiso dejarla ir sin ningún tipo de escolta.
Llegó
hasta el edificio de aduanas dando un paseo e instó al guardia a esperarla
fuera. Ya dentro, preguntó por Petyr a un hombre que había a la entrada. «¿Desea
que la anuncie, milady?» «No, él me está esperando», mintió. «Entonces suba por
allí y lo hallará en la sala que hay justo a la derecha.» Ascendió con lentitud
y entró sin llamar. Petyr se sobresaltó. «Parece que lo de presentarte sin
avisar se está convirtiendo en una costumbre. No me han dicho que estabas
aquí.» Lysa rodeó la mesa, lo besó y se puso a su lado. «Creo que hay
confianza, ¿no? ¿Puedo ver en lo que estás trabajando?» Él soltó un bufido
disimulado que no pasó desapercibido para Lysa. «Está bien, me voy y te dejo
con tus asuntos. Pero venía a ofrecerte algo bastante jugoso.» Al decir eso, se
pasó la lengua por el labio superior. Quería ver la reacción de Petyr ante la
provocación. Él no movió un músculo. «Esto
no me gusta nada. No es el mismo que me besaba y acariciaba en el Nido de
Águilas», pensó. «¿No tienes curiosidad?» «Emm… sí, por supuesto. ¿Por qué
no lo hablamos mejor mientras comemos? Ven a mi casa sobre las dos. ¿Te parece
bien?» «Me parece perfecto. Emplearé la mañana en comprar telas y otras cosas
que aquí son más baratas.» Le dio otro beso. «A las dos.» Se fue guiñándole un
ojo.
Veremos a ver cómo reacciona Petyr ante la oferta de Lysa. Me temo lo peor con esta mujer por aquí
ResponderEliminarEs una oferta irresistible, la verdad. ¿Podrá más el amor o su ambición?
EliminarAhora hace falta saber si Petyr aceptará el ofrecimiento de Lysa, le dirá que no y si Rashara los pilla juntos. Lysa está tan loca que es capaz de todo
ResponderEliminarJulia Stark
A ver, a ver... Es todo un reto para él ser Consejero de la Moneda, aunque todavía no sabe nada de lo que Lysa quiere ofrecerle :)
EliminarEstá en un lío nuestro Petyr, pero con lo hábil que es seguro sale adelante, pero vaya que le complica la vida Lysa, quiero saber como reaccionará Rashara al saber toda la historia. Gracias Athena, me encanta este fanfic. ^^
ResponderEliminarIt's a little disquieting the fact that Lysa is obsessioned by Petyr but I must admit that reading this, I feel a little sorry for her :(
ResponderEliminarDora
Lysa tiene contactos esa es su mejor arma. Podrá Petyr zafarse de ella?... me cansa Lysa...
ResponderEliminarMe encanta!!!!!!!!.. tardé en leer este capítulo... pero finalmente llegué..
:)
Xim a Cuerda
También te digo, que con el percal que tiene esta mujer, ¿cómo no va a estar como las maracas? Que ha tenido una mierda de destino desde bien pronto también. Y pobre Petyr, llega el momento de decidir...
ResponderEliminarCristina
La verdad es que la pobre ha sufrido lo suyo :(
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